BITÁCORA 1:
Extraída de: http://www.atlas.com.co/sia/public/index.php/informe-especial/economia-bogota-es-la-octava-mejor-ciudad-para-hacer-negocios-en-america-latina |
En el transcurso de la semana 17 al 22 de Febrero de 2014 se dio a conocer las inversiones, el posicionamiento y las gestiones de recursos en el distrito capital, en donde se evidenció el crecimiento económico de Bogotá por la recaudación de impuestos y su cumplimiento, logrando así la meta propuesta por el actual alcalde Gustavo Petro ya que según la disposición del dinero invertido en estos proyectos, se está apostando por hacer de esta ciudad un epicentro de avances sociales en aspectos como la tolerancia, el cuidado del medio ambiente y en la mejora de infraestructuras con respeto a la movilidad, vivienda, los negocios y el comercio, como por ejemplo los tres proyectos (Triángulo de Fenicia, La Sabana y El Pedregal) que están en proceso de aprobación. A pesar de que ya existen estas planeaciones y como hacerlas efectivas a través de cobros de impuestos y ganancia por plusvalía o apoyo de instituciones existe la posibilidad de que todos estos planes a futuro puedan verse truncados sobre todo por un problema en particular que es la inestabilidad de la parte administrativa de la ciudad (alcaldía). Ya que, pueden verse interrumpidos o inconclusos por una nueva administración, esto anteriormente mencionado posee una alta factibilidad, ya que por experiencias anteriores y actuales referentes a nuestras administraciones se ha visto la facilidad de cambiar propuestas, sin irnos tan lejos el caso de transmilenio y el aumento de las horas picos. Con el contrato de la maquina “tapahuecos” en Bogotá, y no remitiéndose mucho a las inconsistencias halladas en el contrato por parte de la veeduría, en ningún sector de la capital se ha visto que se lleve a cabo el trabajo con la maquina adquirida; por el contrario, los ciudadanos ya están en bastante desacuerdo con la realización de proyectos de orden territorial y una “inconsistencia” más en el sistema no les asombra de a mucho. Hace ya varios años la seguridad y la vida de las personas corren riesgo por las deficientes calles que tiene la ciudad, no es pertinente, además, que aparte de las inconsistencias, esta inversión bien o mal hecha no este mostrando resultados.
Por otro lado, el trabajo informal se es percibido como una expresión de las debilidades del estado frente al cubrimiento de las necesidades básicas de los colombianos, tal es así la debilidad, que es palpable el desempleo que azota a cientos de hombres y mujeres del distrito. Este es el caso de los trabajadores informales y ambulantes quienes fueron sujetos de censo en la carrera 15 por Miryam Ayala.
Es así como se ve con preocupación a la abundancia de vendedores ambulantes en diferentes sectores de la ciudad. Sin lugar a dudas el trabajo informal en muchas veces ocasiona incomodidad al transeúnte, pero la inconformidad no debería de estar frente al trabajador, sino frente a las pocas garantías de trabajo que se ofrecen y también la escasez de empleo formal; el hambre asola y ante la inexperiencia o la poca preparación laboral se recurre inmediatamente al empleo informal. Ante esta situación la Secretaria de Hacienda a la mano de la Secretaria de Integración Social trabajan por el mejoramiento de las prestaciones de servicio, y una mejor calidad de vida; al igual que la Secretaria Distrital de desarrollo económico (economía del Restrepo, calzado) y el SENA que buscan una excelente iniciativa para fomentar la pequeña y mediana empresa nacional y su autonomía.
Ya cerrando las problemáticas y lecturas de esta semana, los acontecimientos presentados en los últimos días en la educación superior de la capital, específicamente la Universidad Nacional con el pago de impuesto predial y la Universidad Distrital con la falta de desembolso respectivo para el proyecto en Bosa, nos llevan a percibir la inconformidad por parte de los estudiantes y ciudadanos ya que se convierte en una problemática pública, creando y arrebatando la posibilidad de estudio para algunos sectores. Esto ha generado como consecuencia un incremento en la preocupación y el rechazo, faltando y violando los principios de igualdad, transparencia, economía, ética y responsabilidad por parte de la Secretaria de Educación y Secretaria de Hacienda.
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