lunes, 28 de marzo de 2016

Salida de campo al "septimazo".

RESULTADOS

La observación en esta ocasión permitió analizar los comportamientos de manera detallada gracias a la previa organización y categorización de los comportamientos esperados a observar y lo que predominó en todo momento fueron los comportamientos relativos a emoción.

En ese sentido, los comportamientos de contacto y emoción predominan más ya que gracias a la tabla uno-cero se evidencio gran cantidad de movimientos como dar la mano, abrazos y en los movimientos de expresión los más vistos fueron: felicidad, enojo y ansiedad.

Se evidenciaron actos que muestran la individualidad de los ciudadanos al preocuparse por sí mismos.
También se pudo observar que la sociedad opera en subgrupos, es decir: Pequeños grupos de quienes se conocen del trabajo o de la universidad caminan juntos, ríen juntos, ven juntos y detallan los artistas que se acomodan en la séptima. Otros, muy pocos, ayudan a los habitantes de la calle y estos por su parte, en muchos casos se unen, acompañan y apoyan a los artistas de la séptima.

La cultura ciudadana se ve claramente reflejada en esta parte de la ciudad ya que vemos como no solo las categorías expuestas que son contacto, ayuda y emociones logran marcar los comportamientos de la ciudadanía y configurar las estructuras, dinámicas y expresiones que yacen    en  la ciudad de Bogotá. Es importante que estos comportamientos predominantes incrementen, tal vez no las de enojo, pero si las de felicidad y de contacto pues eso fortalecería las interacciones  entre las personas y la buena convivencia, considerando que  la ciudad y la séptima, específicamente, es un espacio colectivo en el  que convergen expresiones de todo tipo. Por eso es importante  fortalecerlas, para generar tolerancia.

domingo, 27 de marzo de 2016

Paro y ciudadanía.

Esta semana indudablemente fue de grandes movilizaciones. Los ciudadanos se unieron y salieron a las calles para gritar, protestar y hacer visibles las inconformidades que hay en la ciudad y en el país. Los gritos, las pancartas y las personas que las sostenían tenían razón de hacerlo. En estas movilizaciones y desplazamientos por la ciudad, los ciudadanos comprometidos con el paro lograron mostrar tolerancia y respeto hacia la ciudad. Las lluvias tampoco les impidieron seguir con el paro, y en gran parte esta contribuyó a que los gritos de protesta no se desahogaran con el patrimonio y la infraestructura de la ciudad. 


Si bien hubo bloqueos, la marcha era permitida y el hecho de que el Gobierno del país y la Alcaldía hayan brindado el espacio colectivo y público para manifestar fue necesario para pensar colectivamente los problemas que aquejan nuestra sociedad. 


Muchos de las personas que salieron manifestaron su miedo de que el Alcalde de Bogotá decidiera emprender medidas preventivas como el ESMAD. Pero se puede decir que el paro transcurrió con normalidad y sin inconvenientes. Esto pudo ser y fue un acto de compromiso ciudadano en pro de preservar y cuidar a la ciudad con actos de respeto y tolerancia los unos con los otros. 


En ese sentido, ese debería ser el acuerdo consensual de los ciudadanos y el sistema de gobierno y de alcaldías de Bogotá o simplemente de los ciudadanos en conjunto con los demás. Vivimos en una ciudad multicultural y miles de personas, diariamente, se desplazan a la ciudad para obtener mayores garantías y oportunidades que beneficien directamente el desarrollo como individuos y familias. Deberíamos tener siempre presente que los actos de violencia, las agresiones, la rebeldía injustificada o justificada podrían ser dialogados y el gobierno, por su parte, debería aprender a escuchar a los ciudadanos. ¿Por qué nos cuesta tanto entender esto? ¿Por qué nos quejamos de las marchas cuando no somos (o si lo somos no nos damos cuenta de ello) a quienes afecta directamente los problemas sociales y la falta de oportunidades? No debería ser así. No deberíamos ser insensibles y pensar solamente en nuestra prisa y en nuestra individualidad si vivimos en sociedad.

martes, 15 de marzo de 2016

Día de la mujer !

Para nosotros que somos estudiantes de ciencias sociales es importante remarcar, prevalecer, ejercer y comprometernos a abogar y velar por una sociedad libre de maltrato, de violencia o de cualquier otro acto que lleve en últimas a ésta. También, es nuestra labor evitar la re-victimización de las personas afectadas por cualquier conflicto humano, fortalecer los espacios de reflexión que conlleven a la sensibilización y tratar incesantemente de detener todo acto que afecte la integridad y la dignidad humana.
Podríamos decir que el maltrato exclusivamente va dirigido a una población femenina pero esto no es así. La violencia no excluye a ningún género, a ninguna condición social y tampoco existen justificaciones que excusen estos comportamientos. El maltrato, ya sea físico, verbal, psicológico, económico, entre otros, es y son hechos aberrantes que lo único que hacen es descomponer las fibras de la sociedad y de la tranquilidad de las personas, sobre todo éstas siendo ciudadanos.
Reflexionando especialmente sobre el maltrato a las mujeres, nos podemos dar de muchas cosas: La primera es que ha pasado un lapso de tiempo considerable para que se brinde la atención adecuada a quienes la viven y la sufren. 
Todavía para las víctimas es difícil asimilar el hecho de tener que acercarse a una entidad y tener que exponer el caso, pasar por todos los trasmites burocráticos y exponerse con un terrible miedo encima de que estas denuncias sean recriminadas y violentadas nuevamente. Nosotros en estos casos (y hablamos de la sociedad en general) no comprendemos la magnitud de estos sucesos. En nuestra ignorancia pensamos que la mujer (o el hombre, existen casos) es siempre la/ el que tiene la culpa, quienes no denuncian, no gritan, no se defienden. Nos hace falta ponernos en sus zapatos y pensar en un momento que estas personas están invadidas de miedo, que están ejerciendo un control y poder coercitivo sobre ellas y que muchas veces, se sienten atrapadas y manipuladas.
Por supuesto que esto ha cambiado: Las secretarías y los organismos internos que modelan la ciudad han implementado espacios que han permitido apoyar y reestablecer en calidad de vida a todas las víctimas. Hoy en día existen líneas gratuitas como la “La línea púrpura” en la que mujeres de todas las edades pueden llamar y denunciar actos agresivos. Además de eso, los medios de comunicación aunque con mucho amarillismo han librado y han dado a conocer estos casos que son mucho más que cotidianos, lo han convertido indirecta o directamente en un mecanismo masivo de sensibilización. Por eso

jueves, 10 de marzo de 2016

Confiar o no confiar en una ciudad como Bogotá.


No es un misterio que para la ciudadanía resulta difícil confiar en las autoridades aunque éstas, deban velar por la seguridad de los sectores de la ciudad y la comunidad, en general. Este miedo o desconfianza en gran parte se debe porque los ciudadanos creen que las autoridades correspondientes de aseverar y castigar actos que vayan en contra de la seguridad e integridad del Distrito Capital, dejarán en la impunidad estos crímenes o porque no creen que la justicia colombiana sea tan efectiva como suelen decir. Esto desata más problemas: Los ciudadanos deciden tomar represalias por sí solos  y esto lo que crea es que se fortalezcan los conflictos internos en la comunidad bogotana y que el ejercicio de ciudadanía en la que influyen los valores como la tolerancia, solidaridad y respeto, inexorablemente, vayan desapareciendo. 

Es cierto que para no tener este tipo de problemas en las localidades de Bogotá es importante re- estructurar y fortalecer la seguridad. Esto en muchos de los casos es competencia de la Alcaldía de Bogotá y de las alcaldías de cada localidad pero también es tarea de los ciudadanos extender su solidaridad para con los otros ciudadanos sin tener que recurrir en ninguno de los casos a la violencia. Tales son los casos como el de la niña de 10 años que finalmente fue rescatada por las autoridades pero estos hechos son indignantes y como ciudadanos deberíamos estar más alertas ante este tipo de problemas que afectan a sectores tan vulnerables como lo son los niños. Esto también es solidaridad ciudadana: Preocuparse por el otro.

Por otro lado, es muy importante que como ejercicio de ciudadanía prestemos atención a los beneficios que nos brinda la Alcaldía y las organizaciones distritales. Son espacios para ser compartidos y para estimularnos como ciudadanos y como personas. Estos estímulos culturales lo único que demuestran es que, enfocados en eventos, programas culturales, entre otros, desviamos un poco la mirada de las problemáticas que aquejan a la sociedad sin dejar de tratar de solventar los que nos hacen sentir en peligro y en vulnerabilidad. Estos programas que impulsa el Distrito son una forma de integración en la sociedad y articulan un lenguaje de cooperación, gratitud y esperanza por una Bogotá más segura, más enérgica, más cultural y solidaria. Eso es lo que debería predominar, lo que debería marcar y destacarnos… Re-estructurar la ciudad en todos los asuntos en los que anda mal y poder mejorar como lo dice la nueva administración: Una Bogotá mejor para todos. 



miércoles, 2 de marzo de 2016

Bogotá quiere un cambio.


Esta semana los bogotanos no solamente pudimos evidenciar hechos tan dolorosos e impactantes como lo es el caso de la mujer atacada con ácido que simplemente ruega para que más casos como este no se sigan presentando y que por fin, exista la justicia en esta ciudad y país para personas como lo es Andrés Vásquez alias "mechichorro" atacante, quien no solo le hizo daño físicamente sino sentimentalmente, profesionalmente, etc.

La comunidad bogotana no solo quiere un cambio inminente sino que también necesitan de personas que los escuchen y resuelvan sus mayores dificultades, como las que se estaban presentando en los parques de Puente Aranda, Ciudad Bolívar y Tunjuelito con temas de apropiación, drogadicción entre otros, era un tema primordial en estos sectores por lo que se formó el proyecto "Aseo al Parque" que dio una solución inmediata a estas dificultades.

Los bogotanos más que cansados de tantas noticias trágicas también están esperanzados en proyectos que generen integración social, recreación y sobre todo culturales como lo es el último proyecto del Ministerio de Cultura que pretende crear una plataforma virtual con el fin de mejorar los espacios y escenario para espectáculos públicos.


Finalmente, los bogotanos están atentos de dos aspectos fundamentales que son: primero, los diferentes proyectos que tiene el nuevo gobierno del Alcalde Enrique Peñalosa y segundo pero muy importante, que de verdad los bogotanos no solo tomemos consciencia de nuestra ciudad como un espacio de cultura, buen comportamiento, respeto y amabilidad sino una apropiación de la ciudad.