lunes, 2 de septiembre de 2013

Opiniones sobre la marcha del jueves 29 de agosto.


En el presente documento se mostraran las opiniones de los autores del blog sobre el tema de la marcha del pasado jueves 29 de agosto. El documento se hace así para editar dar una opinión homogeneizada de la marcha, ya que somos muchos personas no queremos dar una solo opinión.  

Pablo Martínez Jiménez.

Para mí las marchas o manifestaciones donde se bloqueen las vías o tras formas de locomoción no ayuda sino que agudizan los problemas. También, dentro de estas muchas veces hay vándalos que solo quieren destruir las propiedad pública que juraran proteger y estos muchas veces hacen parte de movimientos que promueven la violencia.

Juan F. Torres Garzón.

A mi parecer la mejor marche se realiza en silencio, este tipo de manifestaciones son buenas para reflejar la inconformidad de las masas. El problema es que esta misma inconformidad se expresa de manera violenta y agresiva por personas que, a mi parecer, piensan que una piedra en el aire salvara el país, o con una piedra en el aire se el país temerá y quitaran la ley 9.70. Un país con más de 50 años de violencia sin escrúpulos no tiene por qué tolerar este tipo de violencia. Por esto la mejor protesta se realiza en silencio.

Juan S. Gutiérrez Herrera.

Estoy de acuerdo con las marchas PACIFICAS, por la simple razón que uno tiene que defender lo que es suyo, lo que le pertenece, lo que uno con esmero ha hecho, pero sin embargo no estoy de acuerdo con las manifestaciones de carácter violenta. Sé que algunos de los protestantes son así, pero cada vez que ocurre una protesta ocurre algún hecho vandálico y todas esos destrozos a las fachadas publicas lo tenemos que pagar nosotros, los ciudadanos, no los congresistas, ni el alcalde, eso sale de nuestra bolsillos.

 David R. Ramos Vásquez.

En lo personal, yo, estoy de acuerdo con la manifestación popular. Estoy desacuerdo que el ciudadano se tomas las  calles y con su voz diga “estoy inconforme por X o Y motivos y quiero soluciones a estas inconformidades”. Estoy de acuerdo de que los ciudadanos hagan una marcha para hacerle llegar a sus gobernantes  un mensaje que exige pronta escucha y porta solución. Un ciudadano que marcha lo hace porque algo está mal y debe ser corregido. Un verdadero ciudadano es crítico frente a la realidad del país y si sus gobernantes no defienden los intereses del bien común del pueblo que gobierna este está en la obligación de sacudir los cimientos de la nación para hacer entra en razón al gobierno.

Creo firme mente que la marcha es el mejor vehicula para dar a conocer que pasa algo y hay que actuar para que nos perjudique en un futuro.


Bryan A. Mosquera Romero
Frente a las marchas quiero dejar claro que fui participante de estas, pero además de eso vale la pena resaltar de manera inmediata que en la marcha del jueves 29 de agosto habían muchos puntos de tensión dentro; convocados estaban todos desde MANE hasta los capuchos de la nacional. Dejando primero que todo a un lado la estigmatización de los medios, el miedo que traducen en los noticieros y los disturbios generados por una pequeña parte de los que realmente estábamos marchando por la dignidad campesina, opino que este tipo de movilización es una democracia mas directa, mas efectuada, mas fáctica y creíble que las votaciones. Creo mas en un pueblo que marcha con un fin, llora con gases lacrimógenos, grita “soy, soy estudiante soy”, tiene expresiones de cultura pacifica y cívica, que en un grupo de gente que solo vota por tener un día de no trabajo o por mediaciones y demagogia política. Al fin de cuentas un voto es casi igual –proporcionalmente- a una persona movilizada que apoye un fin nacional, con la excepción tan relevante de que la persona que se moviliza y marcha tiene clara las cosas, marcha con un fin acorde a como ve la situación del país y el cambio que quiere para este, tal vez endurece el patriotismo pero también da mucho que decir frente al compromiso con la situación nacional, opinaría yo que da mas que decir y tiene más trascendencia un día de marcha nacional que un día de votación. No hay que develar el abuso de la fuerza publica, como tampoco hay que ocultar que una pequeña proporción de los marchantes realmente provoca los disturbios que solo aparecen en los medios, disturbios de los cuales no hice parte pero aun así me arrojaron un gas a un metro de distancia, el cual me hizo vomitar, ya que pocos minutos antes habían desocupado la plaza de bolívar y solo había un lugar por donde podía escapar la gente del lacrimógeno. Pero de lo que me di cuenta en ese día, donde mi sensibilidad como científico social quedo mas marcada que antes, donde  sentí el dolor de la gente al vomitar, llorar o gritar y demás acontecimientos que no quiero recordar, es que la sedición del pueblo crea un grito unido, un fin como la dignidad campesina puede unir mas que un partido de futbol, una medalla de talla internacional o un concierto patrio; pero ante todo  que el gobierno al tomar medidas extremas como las que tomo al otro día se mostro paralizado, desconcertado y se dio cuenta de que ya no estamos callados. La resistencia puede mas que nada. Al final todos queremos y nos movemos por esa utopía a alcanzar, la cual nos sirve para caminar y resistir como bien nos lo expresa Eduardo Galeano, solo hay que seguir resistiendo pero ante todo hay que ser sensibles con este tipo de acontecimientos.




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