¿Cómo quedó Bogotá?

A lo largo de los últimos meses, la línea de cultura, arte y ciudadanía ha buscado dar a conocer, y criticar el entorno cultural en que se mueve la capital bogotana,  teniendo en cuenta en mayor medida las instituciones públicas como IDARTES, pero sin dejar de lado el panorama privado del los eventos en la ciudad. Al iniciar el blog se tenían diversas inquietudes respecto a cómo era la asistencia a estos eventos, cuáles eran las preferencias, y qué tanta asistencia tenían.

Esta continua observación genera una perspectiva alentadora frente el enfoque cultural y artístico hacia los que se dirige el presupuesto de la ciudad; esto no significa que no existan problemas, pues no se trata sólo de las posibilidades, ya que estas resultan inútiles sin el apoyo de la ciudadanía. El apoyo de la ciudadanía se refleja en acciones como la asistencia a los eventos, y el comportamiento adecuado en los mismos, puesto que depende del público que las distintas temáticas ofrecidas por el distrito, se reproduzcan en el tiempo y en el espacio; así mismo es indispensable que se fortalezcan los vínculos de respeto frente a las propuestas culturales por parte de quienes las frecuentan ya que es algo para todos, y que todos debemos preservar para permitir que próximas personas disfruten al máximo de este mismo tipo de escenarios, con la misma calidad.

Es importante resaltar que a excepción de eventos masivos como “Rock al parque” o “Rap al parque”, la asistencia decrece, sin embargo   consideramos que no se debe a una baja demanda cultural del evento en cuestión, sino a una pobre información y publicidad de los mismos, que a veces se ve generado por bajos presupuestos, pero que en muchos casos se da por un sesgo en la misma, que puede estar relacionado a preferencias e intereses personales, o colectivos (en cuanto a entidades). Creemos que es necesario que la promoción de iniciativas propias del estado y las iniciativas privadas compartan la misma comercialización y divulgación, ya que los espacios para compartir información están, y se deben utilizar al máximo.

Nos permitimos confiar en que, en materia cultural, la capital ofrece todo lo que un habitante de esta gran ciudad podría buscar; conciertos, homenajes, festivales, exposiciones, y un sin fin de opciones más, abarcando un amplio abanico de géneros musicales, intereses culturales, y temáticas específicas,  que no se relegan a un público en específico, ya que son , al menos en cuanto a lo público, y en una gran cantidad de casos, de fácil accesibilidad, y en cuanto a lo privado, de una riqueza y variedad excepcional, que no deja de lado a ninguna persona.