martes, 12 de marzo de 2013

BITÁCORA 2


Los acontecimientos económicos de la ciudad, durante la última semana, mantienen la línea temática de lo acontecido en el año en curso. Los debates por la valorización y los intentos de la fiscalía por encontrar información que devele la trama de ilegalidades en la contratación en Bogotá, son los que más acaparan la atención. Sin embargo, también hay un optimismo generalizado sobre la actividad económica de la capital, pues se mantiene saludable en estos términos, aun por encima del comportamiento nacional y en contravía de la debilidad económica mundial.

Creemos que esta tendencia de mejora económica en Bogotá se está registrando gracias a que los progresos en la calidad del empleo, que son los mejores del país, ofrecen la posibilidad a los hogares bogotanos de contribuir de manera robusta con el mercado interno de la ciudad. En esta tónica, algunas localidades de la capital avanzan en la idea de ofrecer sus servicios 24 horas al día, incluidos servicios públicos como notarías y transporte; también se anuncian políticas para la capacitación de emprendedores de los sectores culturales, los cuales representan, cada vez más, un importante rubro en la generación de riqueza y formación para la ciudad. Es importante que estas nuevas expresiones de la actividad comercial y cultural en Bogotá estén respaldadas por una legislación laboral que proteja los derechos del trabajador en cuanto a remuneración y cuidado de la salud. De la misma manera, que los ciudadanos que manifiesten interés por estas jornadas extendidas, puedan tener la debida protección por parte de las autoridades.

Este panorama de posibilidades, crecimiento e inversión hace que se estén llevando a cabo sendos debates en lo concerniente al futuro manejo de los recursos de la ciudad. Las discusiones entre Concejo y Administración sobre como concertar la distribución y tributación por las obras que se planean, se decantan en posiciones proactivas que, creemos, enriquecen el espectro de soluciones y la discusión académica. Vemos, por ejemplo, que la visión de la Administración Distrital acerca de que vías públicas como la Caracas ya no precisan una simple actualización semafórica, permiten pensar una ciudad moderna, que avizore a tiempo los retos de un futuro en ciernes, en donde se requieren soluciones no convencionales para el uso del espacio, como podrían ser los deprimidos para la Av. Caracas. Los concejales, empero, abogan por una racionalización del gasto y, aunque, como ya dijimos, el debate nos parece proactivo, presentan sus objeciones con respecto a que estas megaobras de la malla vial no deben ser consideradas para los cobros de valorización; incluso, por otra parte, un análisis de la Cámara de Propiedad Raíz, reclamó la inconstitucionalidad del artículo que busca segregar el impuesto por valorización a los predios con un costo mayor a 135 salarios mínimos, pues, aducen, se vulnera la igualdad y equidad para todos los ciudadanos, además de que el impuesto a la malla vial ya se paga con la sobretasa a la gasolina. 

Otra crítica a los proyectos de la administración es que no se deben hacer proyecciones sobre obras que no tengan diseños realizados, como puede ser el caso de estos pasos deprimidos para la Caracas. Es una discusión interesante si se tiene en cuenta el alto costo que representa la mejora de la malla vial, pues, por ejemplo, un kilómetro-carril tiene el mismo costo que la educación para 900 niños, en un año.


Otra pugna que vive la ciudad es la que tiene que ver con las investigaciones por el “carrusel de la contratación”, que esta semana alcanzó a la administración del alcalde Luis Eduardo garzón, pues, las informaciones que implicados, como Emilio Tapia, proporciona a la fiscalía, dejan ver los pingües beneficios que irregularmente algunos concejales condicionaban para la aprobación de contratos públicos. La fiscalía, tratando de obtener la máxima información posible, anuncia preacuerdos beneficiosos para los inculpados, pero jueces encargados de la correcta implementación de estos mecanismos han reversado estos procesos por no ser claros en lo correspondiente al reintegro de las grandes sumas malogradas. Así, los distintos entes distritales invocan el equilibrio de poderes, que es fundamental para el tránsito hacia la justicia con equidad.

Se esperan para las próximas semanas conclusiones al respecto de estas dos grandes coyunturas económicas en Bogotá, pero observamos que la confrontación se está presentando en un ambiente sin enrarecimientos que permite que, al final, los máximos beneficiarios sean los residentes de la capital colombiana.

Fuentes
http://www.eltiempo.com/colombia/bogota/transmilenio-entraria-en-una-megalicitacion_12626767-4

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