El pasado mes de Agosto del año en curso, la
administración distrital de la ciudad de Bogotá, presentó por tercera vez ante
el concejo de la ciudad un proyecto para la modernización tributaria. Dicho
proyecto, ha generado diversas discusiones a favor y en contra durante a lo
largo del mes. Durante esta semana, prestaremos atención a esta coyuntura,
teniendo en cuenta que está pronto a vencerse el plazo para el estudio de la
propuesta por parte del concejo, el cual caducaría el día martes nueve (9) de
septiembre del año en curso. Realizaremos a continuación un breve análisis de
los puntos principales del proyecto y comentaremos de manera somera algunas de
las discusiones generadas.
Los pilares principales del proyecto de modernización
tributaria que han suscitado mayores debates son: La reforma al cobro del
impuesto predial, la reforma al cobro del ICA (Impuesto para la industria,
comercio y avisos) y los cobros por congestión.
Respecto a la reforma al cobro del impuesto predial,
el Distrito propone un sistema que elimine en cierta medida la estratificación
en el cobro de dicho impuesto, sugiriendo una política de cobro según el avalúo
catastral de las viviendas que superen los 135 salarios mínimos, esto es un
valor de $83’160.000
de pesos. Para las viviendas que se encuentren en este margen, se conservará el
cobro por estrato y se establecen tarifas preferenciales del 2 al 5 por mil,
dependiendo del estrato que puede ser 1, 2 o 3. Un punto importante para
destacar es que el proyecto del distrito es invertir los productos del recaudo
catastral en proyectos para el programa de indemnización a las víctimas del
conflicto armado.
El proyecto también ha planteado unos
puntos respecto al cobro del ICA (Impuesto para la industria, comercio y avisos), para
el cual se propone en general, que los grandes y medianos contribuyentes paguen
el impuesto de forma bimestral, mientras lo pequeños contribuyentes lo hagan de
manera anual. Téngase en cuenta que actualmente todos los contribuyentes pagan
este impuesto de forma bimestral y que los aportes de los pequeños
contribuyentes son del 10% ante el recaudo general. Que los pequeños
contribuyentes realicen su aporte de forma anual, permitirá que los
funcionarios de la Secretaría Distrital de Hacienda, puedan invertir el tiempo
en el cual atendían a esto contribuyentes, en funciones de fiscalización y
lucha contra la evasión de impuestos.
La Administración Distrital incluyó en el proyecto una
propuesta denominada cobros por
congestión, en la cual, se pretende generar una tarifa tributaria a
vehículos automotores por el uso de áreas que presenten altos niveles de
congestión en determinados horarios.
Analizando en brevedad los tres puntos que hemos
destacado, incurrimos en las discusiones que se han dado las últimas semanas en
el Consejo de Bogotá, más que en novedad alguna. Comencemos diciendo que es
bien intencionada la propuesta de la Administración Distrital de invertir los
productos del recaudo catastral en el programa de atención a víctimas, sin
embargo, no puede descuidarse el margen de aumento que presenta esta fuente
tributaria y que puede destinarse a un margen de acción mayor. La última frase
representa la crítica que realizó el concejal Carlos Vicente de Roux a tal propósito[1]. Sin embargo,
a pesar de la sugerencia del concejal, no puede negarse que existe una gran
urgencia en la atención de aspectos como vivienda, alimentación, educación y
salud al sector de los desplazados por el conflicto armado por ejemplo, razón
por la cual, la propuesta puede evaluarse no sólo como benéfica, sino como
necesaria. Sin embargo, el asunto de la reforma al cobro de impuestos prediales
no es del todo beneficioso. Hay
problemas que pueden devenir de ese nuevo sistema como por ejemplo el siguiente
caso que tomamos textualmente de la noticia enunciada en la nota al pie[2]: “…el dueño de un predio de $230
millones, ubicado en el estrato 1, hoy paga por predial casi de 1’380.000, con
tarifa del 6 por 1.000. Con la nueva norma pagaría $3’680.000 con la tarifa del
16 por mil.” El
anterior, no es un ejemplo improbable, en la ciudad vemos muchos casos de este
tipo y en tal orden de ideas, se afectaría notoriamente al sector de
contribuyentes que representan a la clase media en ascenso, es decir aquello
que se encuentran en el umbral entre
condiciones de pobreza y relativo acomodamiento.
No
hace falta ser un analista experto para intuir que detrás de la propuesta de
los cobros por congestión existen
finalidades mayores y en cierta medida positivas, ajenas a los asuntos
tributarios exclusivamente. Caso de ello es que esta medida refuerza el
propósito del distrito de incentivar a los ciudadanos al uso del transporte
público y a otras alternativas de transporte como las bicicletas por ejemplo,
lo cual ayudaría a la ciudad a liberarse de los altos niveles de congestión
vehicular presentes. Sin embargo, la implementación de esta propuesta
requeriría mayor infraestructura en asuntos de movilidad como la total
implementación del SITP (Sistema de Transporte Integrado Público) o la
construcción de una maya de ciclo-rutas y senderos que también representarían
atención a una inversión en seguridad. De no haber una infraestructura sólida,
la propuesta no trascenderá más allá de una reforma de interés netamente
tributario.
Podemos observar en sólo pocos
aspectos de la reforma que a pesar de ser buenas y beneficiosas para la ciudad,
hay aspectos que no consiguen la solidez que se requiere para el éxito de estos
asuntos. Quedamos a la espera entonces de los comentarios por parte del Concejo
de Bogotá y de la re-evaluación de ciertos aspectos por parte de la
Administración Distrital.
[1] Revista Dinero. (20 de
Agosto de 2014). ¿Modernización
Tributaria en Bogotá? Recuperado de: http://www.dinero.com/economia/articulo/viabilidad-modernizacion-tributaria-bogota/199960.
[2] Diario El Espectador. (23
de Agosto de 2014). Claves de la
Modernización Tributaria Para Bogotá. Recuperado de:
http://www.elespectador.com/noticias/bogota/claves-de-modernizacion-tributaria-bogota-articulo-512211
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